Maternidad a partir de los 6 meses
¡Buenos días!
Hoy tenemos un post especial para todas esas mamis, y es el cambio del bebe a partir de los 6 meses, Jaime ayer cumplió 7 meses y ha logrado muchos avances, pero de ellos hablaremos la semana que viene :) y os enseñare alguna foto. Hoy en colaboración con MIMOAI , una app para madres hecha por madres (es genial) vamos a hablar un poco de esos cambios de nuestros bebes a partir de los 6 meses.
Seis meses
en la vida de un bebé no es un
mes cualquiera. Podríamos decir que se divide entre un antes y un después. En
muchas ocasiones las madres nos tenemos que incorporar al trabajo más o menos
en este periodo, cuando la alimentación varía y sus hábitos y habilidades
empiezan a ser más latentes.
Llegados a
este punto ambos os tenéis que
adaptar a la nueva situación y no es tarea sencilla. Lo que sí que es
importante es tomarse este proceso con calma (con naturalidad y adaptándose a
las circunstancias dicen desde MiMoai) y de la manera más positiva posible.
Alimentacion complementaria
Según la
OMS, un bebé a partir de los seis empieza a necesitar alimentación
complementaria. Obvio la leche materna seguirá siendo la vía que más nutrientes
le aporte, y aunque podría permanecer unos meses más con la lactancia en
exclusiva, las circunstancias suelen apuntar a otras soluciones.
Podríamos
decir que ya es la hora de integrar alimentos de otra índole, tales como frutas
verduras, cereales, etc. Esta ingesta de alimentos debe hacerse de manera
gradual y teniendo especial cuidado a cuál es la reacción en cada uno de los
alimentos para detectar a tiempo posible alergias e intolerancias.
Horarios. Aunque
será tu hijo quien finalmente determine cuál es el mejor horario para él, si
conviene ir estableciendo una serie de pautas. ¡Ojo! Que tu tengas tus horarios
marcados no es sinónimo que tu bebé tenga que llevar los mismos. Procura
adaptarte a las necesidades de tu pequeño en la medida que tus circunstancias
lo posibiliten. Pero siendo sincera lo mejor es que te hagas a la idea que será
él quien decida así de primeras, ya que
ellos tienen su propio reloj interno.
Existen
algunas señales que nos determinan que tu bebé está preparado para empezar con
la alimentación complementaria. Así que presta atención cuando veas que le
empiezan a interesar los alimentos que le rodean y muestra signos de hambre y
saciedad, cuando veas que ya no te escupe la cuchara cada vez que le ofrezcas
el alimento (conocido como reflejo de extrusión) o sea capaz de sentarse sin
tambalearse hacia los lados a modo de peonza.
Mamá al trabajo
Esta es sin duda la parte más difícil a la que
adaptarse. Y es normal. Habéis estado juntos la mayor parte del día (sino todo
el día) compartiendo cada nuevo aprendizaje de ambos y eso de separaros mami no
es plato de buen gusto.
Aunque toda separación es dolorosa si que es
cierto que hay muchas mamás que desean volver a la normalidad cuanto antes.
Incorporarse al trabajo (muchas de ellas reduciendo su jornada laboral) y pasar
unas horas concentrada en otras tareas de diferente índole. Otras en cambio, se
pasan la mayor parte del día separadas del bebé y con la cabeza puesta en él
más allá de las primeras semanas. Hay que ir preparándose poco a poco y echar mano del sentido común tanto en
el plano emocional como en el de la logística.
Los extremos nunca fueron buenos. Así que
presta atención si ves que sobreproteges
a tu hijo o tienes con el excesos de atención. Quizá no te des cuenta y estés
intentando compensar tu ausencia de manera negativa.
El sueño del bebé.
Llegados a esta etapa de tu bebé hay más
probabilidad que hayas superado la barrera de despertarte cada poco tiempo
durante la noche. Y es que muchos bebés (no la mayoría ojo) suelen dormir toda
la noche.
Si el bebé duerme más de 8 horas, lo primero
¡¡enhorabuena!! Lo segundo ya está preparado para dormir solito si así lo
deseáis.
Dicen por ahí (yo aún no lo he podido
comprobar) que los bebés que duermen una buena siesta descansan mejor por la
noche. Un bebé de unos seis meses lo normal es que duerma alrededor de dos
siestas al día de un par de horas cada una y un sueño prolongado por la noche.
De primeras me haría parecer lo contrario, pero como todo, cada bebé es un
mundo y al final se hace lo que él demande en este tema.
En un bebé es importante establecer rutinas.
Ellos nacen con el horario descolocado ya que no saben si es de día o de noche.
De ahí la importancia de ir marcando ciertos ritmos para ayudarles a situarse.
Una vez conseguido verás que hasta el mismo te lo empieza a pedir.
¿Cómo ayudo a mi bebé a dormir?
La importancia de la
rutina. Como ya hemos dicho antes, es
importante establecer ciertos horarios para que el bebé se habitue cuanto
antes.
Hora del baño. Lo ideal
es hacerlo por la noche (aunque no existe la hora perfecta por norma) por varias razones: suele ser cuando más tiempo
se le puede dedicar al bebé, le relaja
muchísimo, ayuda a comer y a conciliar
el sueño.
Contacto humano. Es tan
necesario para los adultos y en especial para los más pequeños. Les relaja a la
vez que se sienten protegidos.
Juguemos un poco. Un juego
tranquilo que le vaya preparando para irse a la cama.
Va de cuentos.
Incorporar la lectura del cuento, o una canción de cuna desde una edad
temprana, es sin duda un gran beneficio para el bebé. Procura que esta actividad
sea la última que hagas antes de que se quede dormido. Si todavía le cuesta un
poco dormirse un buen truco es adelantar la hora. Es decir, si la hora del
sueño son las 20 horas, pero le cuesta hacerse con el sueño, iros a la camita
media hora antes.
Dosis de paciencia. A
veces dormir al bebé puede ser una auténtica maratón, más aún si estás pensando
en que aún quedan cosas pendientes de hacer o que mañana tienes que madrugar
para ir a trabajar. El consejo estrella: paciencia. Si tu te estresas el bebé
también se estresa. Mantente a su lado y conseguirás que se relaje.
¡Palabra de madre!
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